La madrugada del 5 de agosto de 1939, en una de las tapias del cementerio de la Almudena de Madrid, trece mujeres, casi niñas o recién alcanzada la mayoría de edad, fueron fusiladas por la policía franquista. Solamente dos días antes habían tenido un juicio sumarísimo en el que fueron acusadas de actividades clandestinas en contra del régimen recién instalado en el poder después de tres años sangrientos de lucha fraticida.
Aquellas trece jóvenes pasarían a la historia como Las Trece Rosas. La gran mayoría eran muchachas que trabajaban como costureras y que, de un modo u otro, estaban relacionadas con los partidos de izquierdas y habían colaborado en el frente republicano con sus familiares o amigos. Al terminar la guerra, las Juventudes Socialistas Unificadas intentaron reorganizarse de manera clandestina en la capital. Pero la gran mayoría de dirigentes del Partido Comunista y de dichas juventudes habían huido al extranjero, habían sido detenidos o asesinados. Así, solamente quedaban un grupo de jóvenes dispuestos a continuar luchando por su sueño republicano. Pero la poca infraestructura y experiencia organizativa, unido a un fuerte represión y control policial en aquellos primeros meses de paz, fueron razones suficientes para que las JSU fueran disueltas de nuevo antes de haber realizado acciones clandestinas. Solamente se recuerda un hecho en el que durante el desfile del Caudillo en la celebración del día de la victoria que distribuyeron pasquines con la frase “Menos Viva Franco y más pan blanco”.
Hombres y mujeres fueron detenidos a lo largo de la primavera del 39 y conducidos a varias cárceles. Entre ellos, aquellas jóvenes que serían trasladadas a la prisión de las Ventas, algunas al módulo de menores de edad. Allí permanecieron a la espera de un destino incierto hasta que un atentado mortal precipitó los acontecimientos.
El 29 de julio miembros de las JSU asesinaron en Talavera de la Reina a Isaac Gabaldón, comandante de la Guardia Civil, su hija de 18 años y el chófer del coche en el que viajaban.
La reacción no se hizo esperar y el 3 de agosto se celebró un Consejo de Guerra ante el que fueron juzgados 57 miembros de las JSU que permanecían detenidos desde hacía meses. Entre ellos, las trece mujeres que dos días después perderían la vida de manera trágica en las tapias de la Almudena en uno ejercicio de escarmiento público por parte del régimen recién instaurado.
El 29 de julio miembros de las JSU asesinaron en Talavera de la Reina a Isaac Gabaldón, comandante de la Guardia Civil, su hija de 18 años y el chófer del coche en el que viajaban.
La reacción no se hizo esperar y el 3 de agosto se celebró un Consejo de Guerra ante el que fueron juzgados 57 miembros de las JSU que permanecían detenidos desde hacía meses. Entre ellos, las trece mujeres que dos días después perderían la vida de manera trágica en las tapias de la Almudena en uno ejercicio de escarmiento público por parte del régimen recién instaurado.
¡LUCHAR POR EL PUEBLO ES VIVIR PARA SIEMPRE!
¡QUE VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!
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